Como en cualquiera de las expresiones del minimalismo la tipografía minimalista posee como característica que se ha visto reducida a lo esencial y despojada de elementos sobrantes, los elementos que la componen se reducen hasta lo más básico.
La forma de proyectar esta simplicidad en una tipografía es, por lo general, mediante el tipo de letra sin serifa o en caso de poseerla es de manera sutil. Los adornos, remates, etc. son elementos superfluos en una composición tipográfica minimalista.
Colores sobrios o uniformes, líneas sencillas, equilibrio, simplicidad… son algunas de las características con las que cuentan estas tipografías.
Debido a sus particularidades, la tipografía minimalista posee una gran legibilidad, es práctica y ligera.
Por otra parte, al tratar un diseño que cuenta con una tipografía minimalista, se debe tener en cuenta que se trata de un proyecto limpio y no debe contener elementos que rompan esa línea, supone la búsqueda de máximas respuestas ante elementos mínimos.
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